Microsoft ha admitido que poner juegos en su servicio de suscripción Xbox Game Pass conduce a una marcada disminución en las ventas base. Según lo informado por GI.biz, la confirmación se incluyó como parte del informe provisional de la Autoridad de Mercados y Competencia del Reino Unido sobre la fusión propuesta de $69 mil millones de Microsoft con Activision Blizzard.
Incrustado en el documento de 277 páginas había un breve párrafo que revelaba que Microsoft había presentado un análisis interno al organismo gubernamental que mostraba «un [ELIMINADO] % de disminución en las ventas del juego base doce meses después de su incorporación en Game Pass». La admisión choca con los comentarios hechos por el jefe de Xbox, Phil Spencer, en 2018, en los que afirmó que agregar títulos al servicio en realidad impulsó las ventas.
El movimiento de Microsoft para adquirir Activision Blizzard ha atraído un intenso escrutinio por parte de los reguladores antimonopolio de todo el mundo y de su principal competidor Sony PlayStation. Muchas de las objeciones en torno a la fusión se derivan del temor de que le daría a Microsoft el poder de hacer franquicias populares, como Call of Duty, exclusivas para las consolas Xbox.
Sony había expresado previamente su preocupación por el acuerdo en una declaración de noviembre de 2022, en la que destacó que la fusión podría «disminuir la competencia actual y futura en los servicios de suscripción de múltiples juegos», como su propia oferta de PlayStation Plus. En la misma declaración, el gigante del entretenimiento afirmó que Xbox Game Pass ahora tenía más de 29 millones de suscriptores.
A principios de este mes, según se informa, la Unión Europea presentó a Microsoft una advertencia antimonopolio formal con respecto al acuerdo, mientras que, al otro lado del charco, la Comisión Federal de Comercio de EE. UU. busca bloquear la fusión con una demanda propia.