Si te pregunto cuál es el último FPS clásico triple a para un solo jugador que has jugado, probablemente no se te ocurra nada en los últimos años, salvo el caso esporádico del (muy bienvenido) regreso de Doom (que, sin embargo, comercialmente hablando no ha demostrado ser una inversión especialmente acertada) o el maravilloso Borderlands. Es cierto que el género fundamental de los 90 está atravesando una marcada crisis, pero es en los indies donde podemos refugiarnos para seguir teniendo esperanza. El único activo refugio está en el mercado independiente, podría mencionar la reciente (y muy agradable) Forgive Me Father o la genial Witchfire -así como muchos otros títulos independientes formados por pequeños equipos-, capaces de devolver el prestigio y un punto de apoyo a los millones de admiradores que aún quieren creer en ella.
Blood West es probablemente la mejor encarnación de ese espíritu que todos los juegos en primera persona deberían tener de aquí en adelante. Tiene alma de RPG de acción, con ventajas que se pueden desbloquear y ayudan al jugador a darle una mejora mínima en la calidad de vida en su carrera, pero casi todos los ingredientes elegidos por el equipo de Hyperstrange se colocan en el lugar correcto y en la cantidad correcta. Blood West te golpea en los dientes desde el principio, un par de golpes golpeados por tus oponentes y ya te rindes al hecho de que no durarás mucho más. ¿Estás rodeado? Se acabó. ¿Estás apuntando a la cabeza y no puedes recargar a tiempo porque fallaste el objetivo? Despedida. Claro, es un juego de acción, pero tiene ese elemento de terror de supervivencia que necesitas para mantener la tensión alta. Tienes que tomártelo con calma, mirar en cada rincón, levantar cada trapo en el camino, tomarte tu tiempo. Enfrentarse al enemigo con una espada o un arma de fuego es una posición precisa que tendrás que tomar, porque si no te sientes listo para realizar una determinada acción, corres el riesgo de invalidar el progreso posterior del juego. Los planos son pocos, los movimientos hay que calcularlos, pero entonces hablemos de exploración.
En este juego, las áreas a explorar son inmensas y el jugador se queda con la opción de cruzar el umbral de una cueva o decidir entrar en ese siniestro pueblo con las casas en ruinas. Los que disparan mucho son recompensados con un botín, ese arco que cuesta mucho también se puede encontrar hurgando en la inmensa tradición para los más atrevidos que quieran buscar; Esas preciosas balas se pueden encontrar y matar a muchas de las abominaciones que han infestado el Viejo Oeste, pueden dar ese botín necesario para comprar otros artículos útiles (además de una gran cantidad de XP). La historia predice que, en un mundo plagado de zombis y criaturas malvadas, nuestro avatar sobrevivió gracias a la ayuda de un nativo americano, pero volvió a la vida o se curó. La diferencia aún está por descubrir y el (falso) mundo del pixel art retro es una verdadera obra maestra. Morir nos trae malus que puede ser perenne, por lo que es mejor encontrar el sistema para eliminar maldiciones, avanzar significa tomar decisiones tácticas precisas, incluso hacer un uso cuidadoso del inventario, entre lo que podemos y debemos llevar con nosotros a lo que tendremos que acomodar en el camino.
Francamente este título me pareció realmente inmenso, desde todo punto de vista, quizás si algún gran fabricante hubiera invertido en esta marca podríamos haber disfrutado de algunos elementos escénicos mejores, ciertamente tiene un defecto que a veces no será fácil de entender entre los objetos que podemos coleccionar y los del fondo, así como unos mínimos equilibrios generales en el uso de algunas armas que sin duda necesita calibraciones para poder decir que estamos realmente satisfechos, Pero, en cualquier caso, el hecho de que el retrato funcione -siempre y cuando seas muy preciso- así como el estudio a aplicar en cada movimiento, aporta un resultado muy agradable. La cantidad de enemigos también necesitaría más variedad, quizás incluso en ese tipo de animación que pretendería dar un poco de diferenciación lo cual no está de más, pero, realmente, está perfectamente bien.
The Review
Blood West
Representa la única dirección que los FPS deberían tomar hoy en día: un gran mundo abierto con el deseo de empujar al jugador a explorar; grandes ventajas; armas fantásticas; gran atención a las tácticas en combate; Gran botín... Es una lástima que haya algunos defectos, pero con la campaña de marketing adecuada y unas cuantas inversiones más hoy en día todo el mundo estaría hablando de este título.