Hoy hablamos de otro roguelike por turnos, un título indie que ha sabido captar nuestra atención gracias a una mecánica de juego muy particular: hablamos de Dicefolk, el último trabajo del equipo de LEAP Game Studios publicado por Good Shepherd Entertainment (al que agradecemos, como siempre, el código que nos ha proporcionado para poder probar el título). Ahora nos encontramos hablando de títulos roguelike (o roguelite) prácticamente semanalmente y encontrar algo que pueda considerarse original es cada vez más difícil. En este caos y en este género tan ajetreado (e igualmente competitivo), los desarrolladores peruanos de LEAP Game Studios han ideado un sistema realmente único. Pero basta de premisas, si quieres saber más síguenos en la reseña de Dicefolk para PC (jugado en Steam Deck).
A estas alturas ya sabemos que, cuando se trata de roguelikes, hablar de trama y narración suele estar en problemas. Probablemente será culpa del género y su estructura que difícilmente logran compartir una estructura narrativa relevante con las mecánicas de juego impulsadas por la generación procedimental. Como muchos otros títulos del mismo género, Dicefolk no ofrece una trama narrativa sólida y simplemente le da al jugador un contexto, un mundo de juego, cuenta algo sobre la historia y, en esencia, lo lanza a la refriega.
Dicho esto, en Dicefolk nos encontramos interpretando el papel de Alea, una joven Dicefolk. Entonces, ¿qué son los dados? En el mundo de Morning Reach, los Dicefolk son una especie de tribu nómada capaz de empuñar dados mágicos con los que pueden controlar la voluntad de los seres vivos. El mundo está al borde del colapso porque, al parecer, Salem ha tomado el control de las Quimeras y las está utilizando para sus propios planes turbios y para tomar el control de todo el reino. Aquí es donde entramos nosotros, Alea, cuando entendemos que gracias a nuestros dados podemos controlar las quimeras y usarlas para luchar contra las controladas por Salem. Así comienza un viaje que llevará a nuestra joven heroína al enfrentamiento con el malvado mago.
Este es el íncipit narrativo que hará que todos los engranajes del juego se muevan. Aunque no es particularmente profundo a nivel narrativo, Dicefolk pudo sorprendernos con el mundo del juego creado por los desarrolladores, algunos elementos de la historia y cómo todo mantiene su coherencia estilística y de contenido a lo largo del juego. Por lo tanto, si desde un punto de vista narrativo Dicefolk no tiene mucho que decir, en lo que respecta a la jugabilidad, las cosas cambian sustancialmente. En Dicefolk estamos llamados a enfrentarnos a una serie de combates (por turnos) divididos en varios mapas generados aleatoriamente buscando la forma de llegar al final de la zona, luego el jefe para pasar al siguiente. La característica más peculiar de la jugabilidad de Dicefolk es que al jugador no solo se le pide que controle a sus propias criaturas sino también a las del oponente, un poco como cuando eras niño jugabas a las damas o al ajedrez solo: haces un movimiento y un movimiento lo hace tu alter ego y lo increíble es que la jugabilidad funciona y además muy bien. ¿Confuso? ¡No te preocupes, intentemos explicar mejor cómo funciona todo!
Empecemos por las fases en las que se divide el juego: tenemos una primera fase en la que tenemos que movernos por el mundo del juego formado por mapas generados por procedimientos en los que el jugador solo tiene una visión parcial de las casillas que componen el mapa. En cada plaza se pueden encontrar enfrentamientos con quimeras, mercaderes, hogueras para recuperarse, etc. (un poco como sucede en muchas otras producciones similares, ed.). Sin embargo, en comparación con otros títulos, aquí tenemos que hacer intentos para encontrar el camino hacia el jefe porque el mapa no muestra inmediatamente todos los elementos y, por lo tanto, se pierde la posibilidad de planificar nuestra carrera con mucha anticipación. La solución nos pareció estimulante y desafiante.
El corazón (y la parte más original), sin embargo, reside en el componente de combate táctico por turnos: aquí el jugador puede controlar tanto sus tres quimeras como las de su oponente. En cada turno tendremos que tirar dados (dados clásicos de juego de seis caras) que expresan las acciones que podemos realizar y los oponentes podrán tirar un dado por cada monstruo que forme el grupo. Sin embargo, dependerá de nosotros barajar y combinar los distintos golpes para asegurarnos de que facilitan nuestro grupo y así llevarnos la victoria a casa. No te preocupes, no es tan trivial como parece: las acciones no son solo de ataque y defensa, también existe la posibilidad de rotar quimeras, activar funciones o mejoras y estas podrían tener efectos secundarios que necesariamente debes tener en cuenta. También hay que añadir que en cada partida se nos pide que elijamos un medallón que influirá en el tipo de dados a utilizar, las quimeras de las que disponemos y por supuesto las características especiales de los mismos.
A todo esto, hay que sumarle el hecho de que puedes mejorar a tu personaje a través de mejoras permanentes o que cesan al final de la carrera actual. La longevidad del título también es muy buena, considera que para completar la campaña de Dicefolk necesitarás unas diez horas a las que puedes sumar las de los juegos individuales. El sistema de control también es excelente, adaptándose perfectamente al controlador de Steam Deck. Incluso desde el punto de vista artístico, Dicefolk sabe impresionar y lo hace con un estilo que recuerda desde lejos el estilo sudamericano que hunde sus raíces en la cultura ancestral de aquellos lejanos lugares. Nos gustó mucho el estilo visual del juego, tanto en lo que respecta al diseño de la protagonista y sus quimeras como al entorno del juego. También se ha hecho un gran trabajo en la interfaz de usuario, que siempre es clara y legible, tanto en combate como en el mapa del juego.
Jugamos a Dicefolk en Steam Deck y podemos decir que el título de LEAP Game Studios funciona perfectamente en la portátil de Valve (de hecho, también se le conoce como Deck Verified). No encontramos ningún problema o error durante nuestras partidas. Desde el punto de vista técnico, tenemos que felicitar a los desarrolladores por las animaciones de los personajes, que siempre son fluidas y cuidadas.
The Review
Dicefolk
Dicefolk intenta dar un soplo de originalidad al género roguelike y lo consigue con creces. El título de LEAP Game Studios y Good Shepherd Entertainment no teme proponer una mecánica que sobre el papel parece muy trivial pero que, en realidad, bloc en mano, funciona de maravilla. Si está buscando un pasatiempo en tiempos libres, Dicefolk podría ser una excelente opción.