Blue Prince DEALS
Hay juegos que simplemente lo hacen todo bien, que sin prometerlo, te atrapan por completo. Blue Prince es uno de esos títulos que se te quedan pegados a los dedos. Desde su misteriosa premisa hasta su inteligente mecánica de exploración, este juego logra mantenerte jugando “una partida más” sin darte cuenta del paso del tiempo. Desde que probé su demo por primera vez, supe que había algo especial aquí. Ahora, tras haberlo completado, puedo decir con seguridad que Blue Prince no solo cumple lo que promete: lo supera.

Todo comienza en Mt. Holly, una mansión tan cambiante como intrigante. Aquí, nada es fijo. Tú decides qué habitación aparecerá detrás de cada puerta cerrada. Cada espacio viene con sus propios retos, secretos y herramientas. Pero hay un límite: con cada amanecer, o cuando se agota tu energía, el diseño del lugar se reinicia por completo. La única constante son las mejoras permanentes que logres recolectar durante tus runs. Esto convierte cada partida en un acto de estrategia pura, donde tus decisiones construyen (o destruyen) el camino hacia el progreso.

Lo interesante de Blue Prince es que su sistema no es complicado, pero la forma en la que lo utiliza, sí lo es. Solo puedes elegir una habitación por vez, y cada elección es definitiva. Algunas salas te ayudarán, otras te frenarán y aun cuando crees que te has estancado, siempre hay algún pequeño descubrimiento que te hace avanzar mentalmente, incluso si no es físicamente. Las pistas están cuidadosamente esparcidas por la mansión, y muchas veces lo que viste en una sala anterior cobra sentido mucho después. Esto le da un valor único a cada intento y genera una sensación constante de descubrimiento.

Lo que empieza como un juego de exploración, se transforma en una experiencia narrativa profunda. La historia de Mt. Holly está llena de secretos, desapariciones, tensiones políticas y figuras enigmáticas. Uno de esos elementos clave es el misterioso Blue Prince, una figura que va revelando su importancia a medida que exploras más a fondo. La narrativa no te da respuestas fáciles, no hay cinemáticas ni grandes explicaciones. Tú eres quien debe atar los cabos, leer entre líneas, examinar cada documento y objeto. Resolver un misterio aquí no solo es gratificante, es una verdadera recompensa al esfuerzo intelectual.

Visualmente, Blue Prince es una delicia. Su estilo gráfico parece sacado de un cuaderno de bocetos: líneas a mano alzada, como planos arquitectónicos cobrando vida. Cada sala tiene personalidad, historia y coherencia con el universo del juego. La interfaz es tan sencilla como elegante: solo puedes caminar, observar e interactuar. Eso basta. El resto depende de tu atención, tu memoria y tu capacidad de deducción. Es una experiencia que no subestima al jugador, y eso se agradece. Si planeas jugarlo, te recomiendo tener un cuaderno a mano. No por capricho, sino porque el juego no lleva registro de pistas. Es parte de su encanto: te hace sentir como un verdadero investigador, y le suma una capa de inmersión increíble.
The Review
Blue Prince
Blue Prince es uno de esos juegos que te envuelve de manera discreta pero poderosa. Su mezcla de exploración, estrategia, narrativa emergente y una atmósfera cuidadosamente diseñada lo transforma en una experiencia que deja huella. Más que un simple juego, es un enigma colosal que continúa desafiándote incluso después de haber terminado la partida.
Blue Prince DEALS
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