El duelo es, sin duda, una de las experiencias más duras que puede vivir cualquier persona. Y aunque todos sabemos que la muerte es inevitable, nada nos prepara realmente para su llegada. Pero ¿qué pasaría si no fuera un hecho aleatorio, sino una tragedia programada que cada año se lleva a todos aquellos que cumplen una edad específica? Así comienza Clair Obscur: Expedition 33, un RPG que propone una premisa inquietante y original.

En Lumière, una ciudad sumida en un eterno estado de amenaza, los habitantes sufren una catástrofe anual: una misteriosa figura conocida como la Pittrice hace desaparecer a todos los que alcanzan una edad determinada, absorbidos por un enorme monolito en el cielo. Cada año, el número baja, condenando a personas cada vez más jóvenes a convertirse en pétalos de rosa que se desvanecen en el aire. Cuando arranca nuestra aventura, los próximos en ser reclamados tienen 33 años. Así nace la Expedición 33: un grupo de valientes que decide enfrentar lo imposible en una misión que combina desesperación, esperanza y ansias de verdad.

El grupo lo lidera Gustave, un joven decidido a salvar a sus seres queridos y alumnos; lo acompañan su hermana adoptiva Maelle, una muchacha de apenas 16 años con gran temple, y Lune, el miembro más testarudo del equipo. A lo largo del viaje, se unirán más personajes, como Esquie, una criatura tan excéntrica como útil, capaz de convertir los desplazamientos en momentos tan rápidos como cómicos. Aunque la historia parte de una premisa simple, Expedition 33 pronto se transforma en una sinfonía surrealista donde las líneas entre realidad e imaginación se diluyen. Exploramos un mundo que parece pintado a mano, con ciudades talladas en roca, desiertos que desafían la lógica y castillos suspendidos en el aire. Cada lugar no solo guarda fragmentos del pasado de Lumière, sino también de los fallidos intentos de vencer a la Pittrice.

El viaje físico se convierte también en uno espiritual: los protagonistas deben confrontar sus propios temores, heridas y motivaciones. Temas como la muerte, la memoria y la identidad se exploran en profundidad, dándole a la narrativa una riqueza emocional poco común. Algunos luchan por salvar vidas, otros por vengar pérdidas, y todos cargan cicatrices que los hacen humanos y memorables. La historia sabe alternar momentos de gravedad con toques de humor, manteniendo siempre un equilibrio que evita la pesadez. El apartado jugable de Expedition 33 no se queda atrás. Combina combates por turnos tradicionales con elementos de acción en tiempo real, obligando al jugador a esquivar, bloquear o contraatacar en medio de las batallas. Cada personaje ofrece estilos de combate únicos: Maelle domina tres estilos distintos, Lune manipula cristales mágicos y Gustave potencia sus ataques acumulando energía con cada esquiva o bloqueo exitoso.

La clave del sistema de combate está en la sinergia entre habilidades. Las técnicas no solo infligen daño, sino que pueden entrelazarse entre los miembros del equipo para crear potentes combinaciones. Además, existe un sistema de progresión robusto gracias a los Lumina, objetos que mejoran estadísticas y otorgan habilidades pasivas, desbloqueando más personalizaciones tras cumplir ciertos requisitos en batalla. Explorar el Continente resulta tan cautivador como necesario. Cada rincón oculta secretos, puzles o historias, reforzando el sentimiento de que la realidad misma es frágil y está a punto de colapsar. Las ambientaciones, inspiradas en movimientos artísticos como el impresionismo y el simbolismo, rinden homenaje a maestros como Monet, Redon, Schiele y Magritte, evocando un mundo suspendido entre el sueño y la pesadilla.

La ausencia de un mapa tradicional —reemplazado por un compás— puede resultar frustrante en algunos momentos, pero responde a la intención de Sandfall Interactive de empujar al jugador a la exploración genuina. Y aunque orientarse puede ser un reto, la belleza y variedad de los escenarios compensan ampliamente cualquier molestia. La identidad artística de Clair Obscur: Expedition 33 se ve reforzada por referencias claras a la Belle Époque francesa. Lumière recuerda a una París distorsionada y decadente, donde la Torre Eiffel amenaza con derrumbarse y el Arco de Triunfo se desmorona lentamente. Cada bioma tiene su personalidad, pero todos comparten ese aire de cuadro al óleo, de un mundo hermoso a punto de extinguirse. A nivel técnico, el juego se muestra sorprendentemente pulido: combates ágiles, escenarios llenos de detalles y una narrativa que nunca pierde ritmo.

Aunque algunos jefes opcionales pueden ser brutalmente difíciles, siempre es posible regresar mejor preparado, lo que añade una grata capa de desafío para quienes lo buscan. Además, el juego permite ajustar la dificultad o enfocarse solo en la historia, ofreciendo una experiencia flexible para todo tipo de jugadores. Lo más impresionante es que un equipo de apenas 30 personas logró crear un RPG tan ambicioso y pulido, capaz de ofrecer entre 25 y 50 horas de contenido según el nivel de completismo. Pese a claras influencias de títulos como Lost Odyssey, Persona 5 o NieR: Automata, Expedition 33 mantiene siempre una identidad propia, con una sensibilidad artística que pocas veces vemos en el género.
The Review
Clair Obscur: Expedition 33
Clair Obscur: Expedition 33 no solo sorprende; deslumbra. Es un recordatorio poderoso de que, con creatividad y pasión, aún se pueden contar historias frescas en los videojuegos. Sandfall Interactive ha firmado una obra memorable, y no podemos más que esperar ansiosos su próximo proyecto.