Análisis de Commandos: Origins

En una industria donde muchos proyectos estratégicos no logran cumplir con las expectativas, ya sea por desarrollos accidentados o una calidad insuficiente, de vez en cuando surge una joya que nos recuerda por qué amamos este género. Uno de esos casos recientes es Commandos: Origins, una apuesta firme por revivir uno de los clásicos más icónicos de la estrategia táctica en tiempo real. Disponible desde el 9 de abril de 2025 para PlayStation 5, Xbox Series S/X y PC, esta nueva entrega busca honrar el legado de la saga mientras introduce mecánicas y tecnologías propias de la nueva generación.

La historia, sencilla pero interesante, nos sitúa en los orígenes de una unidad de élite durante la Segunda Guerra Mundial. Asistiremos al nacimiento del legendario escuadrón encabezado por el inquebrantable Jack O’Hara, acompañado por cinco especialistas con habilidades únicas. Su misión: frenar el avance del ejército nazi en misiones que pondrán a prueba su temple, desde los desiertos de África hasta las regiones más heladas del continente europeo. El juego recupera la esencia que hizo grande a la saga Commandos: estrategia en tiempo real, enfoque táctico y sigilo. Todo ello potenciado por una vista isométrica clásica que permite controlar con precisión quirúrgica cada acción. El equipo jugable está compuesto por seis personajes y cada uno con habilidades clave que te permitirán afrontar las misiones desde diferentes ángulos.

El diseño de niveles premia la planificación y la creatividad. Podrás optar por un enfoque sigiloso, usar vehículos, escalar estructuras o esconderte estratégicamente para evitar ser detectado. La inteligencia artificial enemiga se ve influida por su campo de visión, lo que hace vital pensar cada movimiento. Además, la dificultad configurable añade un plus para quienes buscan un verdadero desafío. La campaña principal ofrece más de diez misiones con objetivos principales y secundarios, lo que suma una buena dosis de rejugabilidad. Uno de los puntos fuertes de Commandos: Origins es su variedad de escenarios: cada entorno está trabajado con esmero y permite múltiples formas de abordarlo. El diseño de los mapas y la ambientación logran que cada misión se sienta única.

Probamos el juego en PC, donde ofrece un rendimiento sólido, aunque con algunas caídas puntuales en los cuadros por segundo. El uso del Unreal Engine 5 es notable: los entornos son detallados, interactivos y muy inmersivos, dándole vida a cada misión con un alto nivel de realismo visual. El juego incorpora un modo cooperativo para dos jugadores, ya sea en línea o en pantalla dividida local. Esta opción le añade una dimensión social muy disfrutable, perfecta para coordinar tácticas en tiempo real con un amigo.