Análisis de Final Fantasy 16 (PC)

Han transcurrido quince meses desde que Final Fantasy XVI dejó de ser exclusivo para PlayStation 5, seguido de un período adicional solicitado por Square Enix para pulir el juego. Finalmente, ha llegado a PC. Antes de este análisis, pasaron días tras el lanzamiento, ya que el port a PC llegó con varios problemas. Estos se solucionaron rápidamente con el primer parche, 1.0.1, que corrigió errores, como uno que dificultaba el uso inalámbrico del DualSense, mejoró las caídas de fotogramas y ajustó defectos reportados por la comunidad, optimizando el rendimiento general del juego.

Square Enix ha advertido que esta conversión es particularmente exigente, incluso en configuraciones de alto rendimiento, y ha asegurado compatibilidad completa con DLSS 3, FS3 y XeSS. Esto es acertado, ya que, tras jugar unos días con la versión para PC, podemos confirmar que es complicado aprovechar todo su potencial, incluso con una RTX 4090. A pesar de las correcciones iniciales, persisten ciertos problemas, como la falta de soporte para pantallas ultra anchas y la ejecución de todas las cinemáticas a 30 fps. Estos problemas han sido abordados por la comunidad de modders, pero aún requieren atención por parte de Square Enix.

Respecto a la conversión a PC, es importante mencionar que incluso con los máximos detalles gráficos, una RTX 4090 con 32 GB de RAM no logra mantener 60 fps estables. La situación ha mejorado con el último parche, pero sigue siendo necesario utilizar Frame Generation para obtener un rendimiento aceptable, incluso en configuraciones menos potentes. Además, los requisitos de Square Enix sugerían que se podría jugar a 1080p y 60 fps con una RTX 2080 y 16 GB de RAM, sin aclarar que esto solo sería posible con configuraciones gráficas medias o bajas, lo que afecta a uno de los aspectos técnicos más destacados de los últimos años.

Para jugar a 1080p / 60 fps con detalles altos, se recomienda contar con una 3080 o Radeon 6800, y aun así no se puede esperar jugar a resoluciones superiores a Full HD. La adopción de DLSS 3 y FS3 con Frame Generator es crucial, siempre que se tenga suficiente VRAM, ya que esta conversión la requiere en abundancia. Tras probar el juego en una configuración con una RTX 4070 y 32 GB de RAM, logramos obtener 72 fps utilizando Frame Generator y DLSS 3. Aunque no maximizamos los detalles gráficos para mantener una resolución de 1440p (escalando a 4K), es evidente que, con una correcta mezcla de configuraciones, se pueden lograr buenos resultados.

Sin embargo, al utilizar la tecnología de NVIDIA, notamos un input lag considerable en monitores que no contaban con G-Sync. Para mitigar esto, cambiamos a un panel OLED 4K con tecnología NVIDIA. También experimentamos algunos tartamudeos, sobre todo en las transiciones entre el juego y las cinemáticas, además de que las escenas siguen ejecutándose a 30 fps, lo que afectó la fluidez de la experiencia, especialmente considerando la potencia de nuestra configuración.

¿Vale la pena apresurarse a jugar Final Fantasy XVI en PC después de tantos meses? La respuesta es tanto sí como no. Si eres un fan de la saga y no tienes acceso a una PS5 (donde el juego está disponible a un precio más bajo), y cuentas con una configuración reciente o no te importa el detalle gráfico, la experiencia sigue siendo valiosa. Sin embargo, si has esperado todo este tiempo para jugarlo en su mejor versión, quizás deberías considerar esperar un poco más. Aunque Final Fantasy XVI es técnicamente impresionante, carece de soporte para Ray Tracing y no alcanza la calidad gráfica de producciones recientes como Black Myth: Wukong. Esto sugiere que ha habido fallos en la optimización.