El fundamento esencial de la visión del proyecto de Katsura Hashino se basa en el concepto de fantasía, no solo como un género de ambientación, sino también como un tema central del juego. El reino de fantasía de Eucronia, donde transcurre la historia, se utiliza para establecer paralelismos con nuestra sociedad y abordar sus problemáticas.
En este reino, coexisten personas de diversas tribus étnicas, pero la falta de armonía es evidente; las desigualdades sociales están normalizadas, generando un ciclo de prejuicio e intolerancia que contribuye al malestar general.
Esta tensa situación se agrava con el asesinato del gobernante del reino en su propio palacio, creando un vacío de poder que presagia tiempos turbulentos. Para abordar el conflicto, se activa una magia especial que designará como nuevo rey a quien logre el mayor consenso entre los habitantes de Eucronia, sin distinción de estatus o tribu. Aunque, en teoría, cualquiera puede aspirar a la corona, como en una elección democrática, en la práctica, ciertos personajes ya establecidos en el poder tienen ventaja.
El protagonista es un Elda, perteneciente a una de las tribus más marginadas, amigo cercano del príncipe de Eucronia, quien todos creían muerto, pero que en realidad había caído en un coma debido a una maldición impuesta por Louis Guiabern, un ambicioso comandante militar y favorito para la sucesión. Las circunstancias llevarán al protagonista a participar en la contienda por el trono, abogando por una visión política que promueve la igualdad entre tribus y la asistencia a los necesitados.
El idealismo del protagonista se alimenta de un libro que lleva consigo, que describe una sociedad moderna caracterizada por la equidad, la justicia social y la prosperidad. Desde la perspectiva de un habitante de Eucronia, este mundo idealizado es una fantasía que, aunque parece inalcanzable, estimula el deseo de cambio en un entorno desigual. La trama de Metáfora: ReFantazio muestra influencias estilísticas de los distintos capítulos de Persona, con una narrativa rica en giros, momentos reflexivos sobre la sociedad, la impulsividad de las masas y el rol del liderazgo.
Aunque los temas tratados son complejos y a veces se abordan con fuerza, en ocasiones caen en un nivel abstracto. Particularmente, esperaba un desenlace que profundizara más la relación entre realidad y fantasía, así como su conexión con nuestro mundo. Los personajes secundarios, aunque presenten ciertos clichés, están bien caracterizados y sus historias son más profundas que las de muchos personajes de la serie Persona. Incluso los NPCs con los que el protagonista forma lazos personales (en un clásico sistema de Vínculos Sociales) ofrecen narrativas más elaboradas que las típicas en la saga.
Un aspecto que podría mejorarse es la credibilidad de ciertas situaciones que no siempre encajan con la estructura del juego. Similar a Persona 5, las misiones deben completarse en fechas determinadas, pero en lugar de «robar el corazón» de un villano, algunas misiones implican circunstancias de emergencia que requieren acción inmediata, lo que a veces contradice la lógica narrativa.
La estructura del juego claramente refleja el ADN de Persona, y los desarrolladores no ocultan su legado, ofreciendo a los fanáticos una experiencia que, aunque familiar, garantiza calidad. La progresión del juego se mide en días (con calendario incluido), los vínculos sociales y las estadísticas del protagonista, además de heredar dinámicas básicas de combate, especialmente el sistema de debilidad de los enemigos.
La verdadera novedad en el combate es el sistema de invocación, que se asemeja más a un sistema de clases. Durante la aventura, cada personaje secundario obtiene su propio Arquetipo, lo que les permite evocar espíritus heroicos y adquirir habilidades mágicas y físicas extraordinarias, representadas en clases conocidas por los amantes de los RPG.
A diferencia de las Personas modernas, cualquier personaje puede acceder a cualquier Arquetipo, lo que permite formar grupos homogéneos. Una vez asignado un Arquetipo, también se pueden combinar habilidades de diferentes Arquetipos, similar al clásico sistema de trabajos. Este enfoque puede parecer simplista, pero resulta en una combinación efectiva de sistemas. Studio Zero ha utilizado su experiencia para lograr un equilibrio óptimo, ofreciendo un alto nivel de personalización en el grupo, capaz de enfrentar diversas situaciones y enemigos. Algunas misiones secundarias exigirán habilidad estratégica para preparar al equipo, donde las habilidades adecuadas pueden ser decisivas para la victoria.
Además, se introducen opciones más activas fuera del combate por turnos. En las mazmorras, es posible atacar a los enemigos en tiempo real. Si los oponentes son débiles, bastan uno o dos golpes para eliminarlos sin interrumpir la exploración. Si son más fuertes, se puede atacarlos por detrás para debilitarlos antes de entrar en combate por turnos. Esta mecánica de «acción» no altera el estilo de juego, sino que agiliza la exploración. Las mazmorras, aunque con algunas excepciones, son más complejas que en otros títulos de Atlus.
A pesar de la similitud en la estructura con Persona 5, la dirección artística de Metaphor: ReFantazio ofrece una experiencia única, con un enfoque en contextos fantásticos. La dirección artística es excepcional, resultado de un trabajo minucioso en las fases de arte conceptual. Desde el diseño de personajes hasta la traducción y los menús, todo refleja la dedicación y talento de los artistas de Studio Zero.
Técnicamente, no esperes una revolución gráfica; aunque las ciudades y mazmorras son más espaciosas que en Persona 5, mantienen la estructura típica de salas grande» y las animaciones son adecuadas, pero no destacadas. Sin embargo, el aspecto visual es más que satisfactorio, ya que las hazañas gráficas no son el principal atractivo para los fanáticos. La banda sonora, a cargo de Shoji Meguro, es excepcional. Tras años explorando diversos géneros, ha creado una música que captura de manera única la epicidad de la fantasía. Los temas de batalla, en particular, utilizan coros de forma espléndida, convirtiéndose en una experiencia inolvidable durante los momentos culminantes.
The Review
Metaphor: ReFantazio
El único aspecto que podría resultar decepcionante en este primer trabajo del equipo dirigido por Katsura Hashino es su falta de audacia; no se arriesga a presentar una verdadera novedad en el catálogo de Atlus. Sin embargo, catalogar Metaphor: ReFantazio simplemente como una versión de fantasía de Persona 5 sería simplista e injusto. En un momento en que muchas desarrolladoras priorizan seguir tendencias a expensas de la calidad, la huella distintiva y el esmero en el trabajo de Studio Zero, tanto en el ámbito artístico como en el diseño del juego, merecen ser reconocidos. Tanto si eres un fanático de *Persona* como si te acercas a los títulos de Atlus por primera vez, encontrarás en Metaphor: ReFantazio un JRPG de calidad y profundidad excepcionales. Sin duda alguna un fuerte candidato al juego del año y el mejor JRPG del año.