Análisis de NEVA

Neva es una emotiva aventura de acción desarrollada por el talentoso equipo detrás de GRIS, un videojuego aclamado por la crítica. La narrativa sigue a Alba, una joven cuya vida se entrelaza con la de un curioso lobato tras un traumático encuentro con fuerzas oscuras. Juntos, se embarcan en un peligroso viaje a través de un mundo en decadencia que va perdiendo su belleza. A medida que avanzan, su relación evoluciona, aprendiendo a colaborar y apoyarse en situaciones cada vez más desafiantes. El lobato se transforma de un cachorro rebelde en un imponente lobo en busca de su identidad, lo que pone a prueba el amor y el compromiso que los une. Frente a un mundo maldito que amenaza sus vidas, Alba y su valiente compañero harán todo lo posible (y con todas sus patas) para sobrevivir y construir un nuevo hogar juntos.

En 2018, Nomada Studio sorprendió al mundo con GRIS, una obra conmovedora y visualmente impresionante. Este título se convirtió en un referente en la industria, subrayando la evolución del videojuego como una forma artística con un profundo valor sociocultural. Seis años después, el estudio español, junto a Devolver Digital, presenta Neva, un nuevo juego que conserva las cualidades artísticas y narrativas de GRIS, pero incorpora un sistema de combate diseñado para enriquecer la experiencia.

Neva es, sin duda, un trabajo hermoso y cautivador, aunque puede resultar menos intrigante que su predecesor, quizás debido a una narrativa más ligera que, aunque emotiva, no sorprende tanto. La historia sigue a Alba, una joven decidida a proteger a Neva, un cachorro lobo que ha sufrido una gran pérdida. Alba debe defenderlo de la oscuridad que amenaza su entorno y su frágil equilibrio. A lo largo de la aventura, que dura aproximadamente cuatro horas, somos testigos del crecimiento de Neva a lo largo de cuatro estaciones, guiando y animando al animal a superar obstáculos y enfrentarse a situaciones difíciles.

Mientras que GRIS exploraba el duelo y la pérdida, Neva se centra en el medio ambiente y la paternidad. Alba actúa como madre del pequeño, enseñándole a enfrentar los desafíos de la vida a través de una narrativa silenciosa y sin diálogos, que deja espacio para la interpretación. Aunque su historia es simple, es efectiva y seguramente resonará más entre los padres, quienes podrán conectar con sus temas emocionales. Esto no significa que Neva sea menos interesante; más bien, su impacto puede variar según la experiencia previa de cada jugador. Aun así, es probable que la historia logre tocar el alma y provoque lágrimas en el camino hacia el desenlace.

El componente narrativo se ve amplificado por la impresionante dirección artística y la música. Nomada Studio ha creado una hermosa paleta de colores y tonalidades de acuarela, mientras que la banda sonora, compuesta por los mismos artistas de GRIS, intensifica el impacto emocional del juego con melodías delicadas y conmovedoras. Los entornos, llenos de detalles y colores vibrantes, ofrecen una atmósfera que oscila entre lo mágico y lo melancólico, desde paisajes exuberantes hasta escenarios sombríos repletos de criaturas amenazantes. Esta yuxtaposición entre el bien y el mal se integra de manera efectiva en la narrativa, reflejando la relación entre «padre e hijo» y el llamado de la naturaleza, constantemente amenazada por la oscuridad. Es este dolor lo que obliga a Alba a luchar con su espada para proteger a Neva y restaurar la naturaleza a su estado original.

Nomada Studios busca diferenciar Neva de GRIS, incorporando un sistema de combate sencillo que permite atacar y esquivar. Aunque debería añadir variedad y fluidez al juego, las peleas resultan algo superficiales y poco interesantes, incluso estéticamente. A pesar de ofrecer más variedad, un mayor esfuerzo en el diseño de los combates, especialmente contra los jefes, habría sido beneficioso. Sin embargo, los elementos de plataformas y los acertijos ambientales se mantienen fuertes. Aunque no difieren mucho de su predecesor, son inteligentes y bien diseñados, desafiando a los jugadores a manipular su entorno, como tocando gongs para alterar estructuras o saltando sobre bloques usando el reflejo de un entorno específico.