Análisis de Shotgun Cop Man

Shotgun Cop Man es un juego de plataformas en 2D con mecánicas de disparo tipo twin-stick, que combina lo absurdo con lo desafiante en una aventura que nos lleva directamente a los infiernos… literalmente. Nuestro objetivo es sencillo: detener a Satanás armado con dos escopetas, atravesando niveles plagados de demonios, trampas y situaciones tan ridículas como divertidas.

Antes de sumergirnos en este caos infernal, el juego ofrece un breve tutorial que nos enseña lo básico: disparar, apuntar, impulsarnos con las armas para saltar, hacer dash o esquivar obstáculos. Pero no te confíes, porque dominar este sistema de movimiento (basado en el retroceso de las armas) es más complicado de lo que parece, y encima, las balas son limitadas. Disparar sin pensar puede dejarte atrapado en mitad de un salto o frente a un enemigo. Tras ese primer contacto, comienza el verdadero descenso. Una cinemática breve nos presenta al protagonista y su misión, y de ahí en adelante se trata de superar nivel tras nivel a toda velocidad. Cada fase tiene un diseño directo: llegar al final con vida. Puedes eliminar enemigos o esquivarlos; depende de tu estilo de juego. Pero si decides limpiar la zona, desbloquearás desafíos adicionales al terminar cada nivel.

Estos retos se dividen en tres categorías: el desafío Sanguinario (elimina a todos los enemigos), el Veloz (termina lo más rápido posible), y el Intocable (no recibir daño). Para los más temerarios, existe un desafío extra que consiste en cumplir los tres al mismo tiempo. Aunque estos retos son opcionales, aportan rejugabilidad y desbloquean logros que extienden la experiencia. La duración del juego varía mucho según tu habilidad. Dominar los controles y la física balística puede tomar tiempo, sobre todo cuando aparecen enemigos más complejos y obstáculos en cadena que exigen reflejos precisos. El juego incluye nueve mundos (más un mundo cero que sirve como tutorial), cada uno con más de una decena de niveles, por lo que el contenido no es escaso.

La progresión también se nota en el arsenal. A medida que avanzamos, desbloqueamos nuevas armas: desde escopetas y metralletas hasta miniguns y lanzallamas, cada una con su propia dinámica. Y si las balas no bastan, siempre puedes usar los brazos para lanzar demonios contra trampas o entre ellos, añadiendo un toque extra de locura al combate. Además, una vez terminada la campaña principal, el juego permite crear tus propios niveles mediante un editor bastante completo. Puedes diseñar mundos personalizados con plataformas, enemigos, armas y todo tipo de elementos del juego, y compartirlos en el Steam Workshop. Una herramienta perfecta para alargar la vida útil del título y dejar volar la creatividad.

En cuanto al apartado visual, Shotgun Cop Man apuesta por una estética dibujada a mano, simple pero efectiva. No llega al nivel de pulido de juegos como My Friend Pedro, ni en diseño de niveles ni en animaciones, pero eso no le impide destacar con su estilo irreverente. Los personajes (representados como dedos armados) y las cinemáticas rudimentarias forman parte de su identidad absurda, que no pretende tomarse nada en serio.