Como cualquier survival horror que se precie, Tormented Souls también se basa en una trama que de alguna manera justifica los eventos que pronto tomarán contornos espantosos, por decir lo menos. En este caso concreto, la vida de la protagonista, Caroline Walker, se verá interrumpida por la llegada de una carta del Hospital Winterlake que contiene una vieja fotografía en la que aparecen dos niñas, capaz de desencadenar ominosos presagios de muerte y frecuentes dolores de cabeza en la niña. En un intento de dar sentido a este continuo estado de inquietud, la joven Caroline decidirá ir personalmente (obviamente en completa soledad, en la noche más oscura y tormentosa de la historia del hombre y con ropas poco apropiadas a la situación) justo en el lugar -ahora abandonado y reducido a ruinas- desde el que parece haber sido enviada la mencionada carta. De hecho, dando lugar a la secuencia de eventos que transformará lo que comenzó como un viaje «tranquilo» fuera de la ciudad en una verdadera pesadilla de vigilia.
Despertada en el interior del edificio desnuda, intubada e incluso sin globo ocular, Caroline tendrá que reunir las pocas fuerzas que le quedan e intentar llegar al fondo del asunto, reconstruyendo la historia del Hospital Wildberger y, sobre todo, sobreviviendo a las aberraciones que pronto poblarán sus estrechos y oscuros pasillos. No cabe duda de que cualquiera que haya amado y devorado los antiquísimos episodios de Resident Evil (nos referimos en particular a los dos primeros capítulos de la serie) no dejará de notar los innumerables puntos de contacto que unen a Tormented Souls con la sagade terror por excelencia. La referencia, por supuesto, no está ligada solo a la elección estilística de gestionar toda la aventura «a la antigua» con tomas de cámara fijas (equipadas con un sistema de control de «memoria de dirección» útil para simplificar la transición de un cambio de cámara a otro), sino sobre todo al desarrollo real del juego, centrado tanto en el factor supervivencia como en la exploración de los entornos y la recopilación de pistas.
En este sentido, la comparación con el mencionado Resident Evil parece demasiado evidente, ya que la mayor parte de las 7 – 10 horas que se necesitarán para completar la aventura (o al menos para llegar a uno de los múltiples finales del juego) tendrán que dedicarse a deambular buscando puzles que resolver y objetos preparatorios para el desarrollo del propio juego y, ¿Por qué no?, recorriendo la mayoría de los entornos ya recorridos en busca de vías de acceso que solo se pueden utilizar bajo ciertas condiciones. Dada la naturaleza del juego, también será necesario hacer el uso en la medida de lo posible de los pocos recursos que se pueden recuperar durante el transcurso del trabajo, como municiones y sueros dedicados a la recuperación de la salud, sin mencionar las inevitables y muy raras «Cintas de tinta» (reemplazadas en este caso por carretes de audio «modernos»), que se pueden usar en las -pocas- habitaciones utilizadas como puntos de guardado.
Para los amantes del combate real, también habrá frecuentes encuentros/enfrentamientos con las aterradoras criaturas que abarrotarán la mayoría de las salas y pasillos de la estructura, inspiradas en este caso más en las figuras antropomórficas vistas en otro gran clásico del género como Silent Hill (o el más reciente The Suffering) que en las conocidas en la saga de Capcom. Cabe señalar que, con motivo de los enfrentamientos, el sistema de cámaras adoptado por el juego tenderá sin embargo a complicar la situación y no poco, ya que en más de una ocasión corres el riesgo de tener que lidiar con enemigos «fuera de cuadro», de los cuales podrás percibir su presencia, pero no la posición exacta dentro del área de juego. Estamos hablando de una falla parcialmente mitigada por la presencia de objetivos automáticos, ciertamente útiles en la mayoría de las circunstancias, pero desafortunadamente lo suficiente para preparar una defensa digna de ese nombre, especialmente con criaturas con mayor velocidad o poder de ataque.
Una defensa que resultará completamente inútil en las ocasiones en que la oscuridad se apodere de ti, ya que en Tormented Souls ningún ser vivo podrá sobrevivir a las criaturas -invisibles- que constantemente abarrotarán la oscuridad. Este es uno de los pocos elementos distintivos que ofrece el juego, ya que si bien es cierto que por un lado la presencia de una fuente mínima de iluminación (como un encendedor trivial) permitirá al protagonista conjurar el peligro, por otro lado esta elección no permitirá al protagonista empuñar ninguna herramienta defensiva, hecho que tendrá el efecto de dejar al jugador la carga de elegir entre un Sin embargo, es inútil en ocasiones en las que se requerirá la inspección de determinados entornos y un choque desigual de armas, que necesariamente también tendrá que tener en cuenta el factor tiempo.
Aunque no faltan circunstancias atenuantes, desde un punto de vista técnico Tormented Souls seguramente no pasará a la historia como uno de los títulos más exitosos del panorama actual de los videojuegos. Teniendo en cuenta la naturaleza indie del juego y el consiguiente presupuesto disponible, el equipo de desarrollo ha puesto a nuestra disposición un título técnicamente discontinuo, que alterna cosas muy buenas como localizaciones ricas en detalles y decididamente evocadoras con otras francamente incomprensibles y en las que destacan, en sentido negativo, tanto la calidad de las animaciones del protagonista como las películas que las acompañan, objetivamente en el límite de la suficiencia. Una verdadera lástima, sobre todo porque Tormented Soul sigue siendo lo suficientemente cautivador, agradable y «aterrador», tanto que sigue justificando su compra a pesar de las evidentes limitaciones.
The Review
Tormented Souls
Si estás buscando un título que sea lo suficientemente desafiante, inmersivo y divertido, Tormented Souls podría ser la respuesta a tus peticiones. A pesar de los defectos y la relevancia de un estilo objetivamente anticuado, el juego puesto en marcha por Dual Effect y Abstract Digital tiene, de hecho, el mérito de dar en el blanco, logrando ser a pesar de todo una respuesta más que satisfactoria para aquellos que han apreciado una cierta forma de hacer survival horror y de la que con el tiempo habían perdido un poco de pista.