Bungie, el desarrollador de Destiny, anunció hoy importantes recortes en el estudio, que han supuesto el despido de 220 personas, es decir, el 17% de la plantilla del estudio. Los recortes afectan a todos los niveles de la empresa, incluidos la mayoría de los puestos ejecutivos y de dirección sénior del estudio propiedad de Sony, según ha afirmado el jefe de Bungie, Pete Parsons, en una publicación en Bungie.net. «Hoy es un día difícil y doloroso», añadió Parsons.
Bungie prometió que al personal que se va se le ofrecerá «un generoso paquete de salida» que incluye indemnización, bonificaciones y cobertura médica. Parsons atribuyó los recortes a los crecientes costos de desarrollo, «los cambios en la industria» y «las condiciones económicas duraderas». Debido a esto, insistió Parsons, Bungie tuvo que hacer «cambios sustanciales» en su estructura de costos y concentrar los esfuerzos de desarrollo por completo en el looter shooter Destiny y el próximo Marathon.
Los recortes se producen después de lo que se consideró un lanzamiento exitoso de la expansión de Destiny 2, The Final Shape. Parsons reconoció esto en su publicación, pero dijo que eran necesarios «para reorientar nuestro estudio y nuestro negocio con objetivos más realistas y finanzas viables». Parsons también dijo que los recortes se realizaron «después de agotar todas las demás opciones de mitigación», aunque no dijo cuáles eran esas opciones.
Los 220 despidos se producen junto con la integración de 155 puestos adicionales, o el 12% de la plantilla de Bungie, en la empresa matriz Sony Interactive Entertainment durante los próximos trimestres. Parsons dijo que esta medida permite salvar «una gran cantidad de talento que de otro modo se habría visto afectado por la reducción de personal». Esto sugiere que, si Sony no hubiera asumido esos 155 puestos, 375 empleados habrían perdido su trabajo hoy, y que la reducción real de la fuerza laboral de Bungie a lo largo del tiempo será sustancialmente superior al 17%.
Mientras tanto, Bungie está trabajando con PlayStation Studios para dar un giro a uno de sus proyectos de incubación, un juego de acción ambientado en un nuevo universo de ciencia ficción, y formar un nuevo estudio bajo el nombre de PlayStation «para continuar con su prometedor desarrollo». Parsons no dijo cuántos empleados dejarán Bungie para formar este estudio, pero admitió que «este será un momento de tremendos cambios para nuestro estudio».
Según la información proporcionada por Parsons, el número total de empleados que Bungie había despedido antes de la reestructuración era de aproximadamente 1300 personas, por lo que el número de empleados que se fueron para unirse a este nuevo desarrollador de PlayStation rondaba los 75. Esto también significa que el porcentaje real de personas que dejaron Bungie como resultado de esta reestructuración ronda el 34%.
Parsons continuó explicando cómo llegó Bungie a este punto, confirmando que el estudio había estado «en números rojos» después de que se excedieran sus márgenes de seguridad financiera tras los retrasos tanto de The Final Shape como de Marathon y una rápida expansión que «exigió demasiado nuestro talento». Más de 850 empleados permanecen en Bungie construyendo Destiny y Marathon, dijo Parsons.