Tras la adquisición por 69 mil millones de dólares de Activision Blizzard, el fabricante de Call of Duty, por parte de Microsoft, la presión ahora recae sobre su negocio de juegos para que cumpla con lo prometido. Con eso en mente, el jefe de Xbox, Phil Spencer, ha decidido dar el paso y lanzar Black Ops 6 como un juego de Game Pass desde el primer día, aunque restringido a los niveles Ultimate y Game Pass para PC.
Este es un momento trascendental no solo para Call of Duty, sino también para Game Pass, que ha tenido dificultades para crecer en los últimos años. Las últimas cifras oficiales sitúan el número de suscriptores de Game Pass en 34 millones. Eso significa 34 millones de suscriptores de pago en consola, PC y nube. De hecho, Microsoft eliminó su prueba introductoria de Game Pass de $1 dólar solo unas semanas antes del lanzamiento de Black Ops 6, como lo hizo con Starfield del año pasado, otra prueba, después de las recientes subidas de precios y cambios de nivel, de que ahora hay presión para que Game Pass aproveche al máximo el poder de Call of Duty.
¿Le saldrá rentable a Microsoft? En entrevistas con GamesIndustry.biz, los analistas predijeron que Black Ops 6 podría aumentar el número de suscriptores de Game Pass entre 2.5 y 4 millones. Sin embargo, los analistas también predijeron un impacto significativo en las ventas de Black Ops 6. Call of Duty suele ser el juego más vendido del año, pero ahora hay una gran incógnita sobre si logrará ese récord una vez más con Black Ops 6, dado que está disponible como parte de Game Pass.
El jefe de Wedbush, Michael Pachter, dijo a GI que incluir Black Ops 6 en Game Pass podría resultar en la pérdida de hasta seis millones de ventas, basándose en la idea de que el 25% de los suscriptores de Game Pass podrían haber comprado el juego de todos modos. En contraposición, Pachter dijo que Game Pass podría aumentar en entre tres y cuatro millones de suscriptores.
Se trata de un cambio que tal vez se esperaba, pero ¿es mejor en general para Microsoft y Activision? La teoría es que conseguir que más jugadores entren a la plataforma que nunca, incluso a costa de las ventas del juego, acabará dando sus frutos gracias al lucrativo servicio en vivo de Call of Duty, que se alimenta de pases de batalla premium y costosos paquetes cosméticos. Microsoft puede estar jugando a largo plazo, aunque corre el riesgo de recibir titulares negativos sobre la caída de las ventas de Call of Duty en comparación con años anteriores.
Por supuesto, ahora que Microsoft ha dado el salto con Call of Duty, no hay nada descartado en lo que respecta a Game Pass. Ahora, la expectativa es que el juego premium de Call of Duty de cada año se lance el primer día en Game Pass, y los fanáticos todavía están esperando que se agregue el catálogo anterior.