Mario VS. Donkey Kong es la secuela «indirecta» de aquel Donkey Kong (lanzado para Game Boy en 1994) que hibridó ese juego de plataformas que hizo famoso al icónico gabinete de 1981, a aquellos puzles «mono-escenario» que despoblaron, a mediados de los 80, gracias a las series Kickle Cubicle y The Adventures Of Lolo. El jugador, de hecho, se encuentra explotando las habilidades atléticas de Mario para resolver acertijos ambientales estructurados dentro de lo que podríamos llamar «dioramas bidimensionales».
En cada nivel, Mario tendrá que recuperar una llave, situada a plena vista en un punto del escenario, y llevarla hasta la puerta que le permitirá avanzar dentro del nivel. El objetivo principal de cada nivel será recuperar el Mario de juguete (o Mini-Mario) que se encuentra en su interior, tratando de recoger los paquetes de regalo esparcidos aquí y allá. Para llevar a cabo esta tarea, Mario tendrá que aprovechar algunos elementos presentes en el escenario para eliminar enemigos, resolver acertijos basados en interruptores que harán que ciertos elementos del nivel aparezcan o desaparezcan, y administrar sus movimientos de la mejor manera posible para no correr el riesgo de quedarse sin tiempo.
Aunque Mario puede caminar sobre sus manos, agarrar enemigos de manera similar a lo que vimos en Super Mario Bros. 2, usar varios Power-Ups ubicados en los niveles y aprovechar diferentes tipos de saltos para poder superar todos los obstáculos ubicados en los distintos niveles, sus movimientos no serán «ágiles» como en los juegos de plataformas bidimensionales de la serie principal, pero serán más pesados, precisamente en virtud de hacer que el jugador piense en cada movimiento y asegurarse de que la dificultad esté siempre bien equilibrada, aunque de forma artificial.
Hay tantos niveles (no anticiparé nada para no estropear la sorpresa, pero estamos hablando de más de 130 niveles en total) y su dificultad sigue una curva armoniosa. Además, como es tradicional en todos los juegos dedicados a Mario, cumplir con ciertos requisitos antes de llegar a los créditos finales, te permitirá desbloquear una serie de escenarios extra capaces, especialmente en esta nueva edición, de poner a prueba seriamente a los jugadores.
Neto del obvio sector gráfico completamente mejorado en cada detalle, y que a regañadientes está un poco menos inspirado que el pixel art que caracterizaba al original, Mario VS. Donkey Kong presenta algunas novedades realmente interesantes. La primera es, obviamente, la introducción de una serie de nuevos niveles, creados para la ocasión y perfectamente en línea con la producción original, tanto en términos de diseño de niveles como en términos de dificultad de los desafíos propuestos.
Precisamente en lo que respecta a la dificultad, el «Modo Relajado» es la segunda e importante incorporación de esta nueva edición, que trabaja para que la experiencia final sea menos frustrante y castigadora para los jugadores más jóvenes o menos relacionados con el género. En este nuevo modo, todos los aspectos del juego siguen siendo los mismos, pero la principal diferencia es que Mario podrá recibir mucho daño antes de perder una vida. Además, de nuevo para que la progresión dentro de los niveles más largos sea menos frustrante, se han introducido puntos de control, que te permitirán reiniciar desde un punto determinado de la etapa sin perder todo el progreso realizado dentro de un nivel.
Sin embargo, lo que más me sorprendió es el nuevo modo multijugador, que claramente requirió una buena cantidad de esfuerzo para implementarse dentro de un juego originalmente concebido para un solo jugador. No se trata, de hecho, de un modo independiente, sino de la posibilidad de afrontar todo el juego en compañía de un amigo, jugando localmente. En cualquier momento, de hecho, puedes traer un nuevo jugador al juego con el mismo conjunto de movimientos que Mario.
Los dos personajes pueden saltar uno sobre el otro, transformándose en trampolines vivientes, y no están limitados por el espacio; Básicamente, pueden moverse a extremos opuestos de cada etapa sin ninguna limitación, simplemente obligando a la cámara a alejarse para encuadrar la totalidad del nivel. Además, Toad influirá en el diseño de los niveles introduciendo una segunda llave que debe recogerse para poder salir. Un elemento tan sencillo como brillante para reequilibrar una curva de dificultad que, sin este pequeño añadido, podría haberse facilitado en exceso.
Ya sea por el carisma de los personajes, o por un equilibrio realmente cuidado, o por la variedad de situaciones, y por la posibilidad de jugarlo durante períodos cortos sin dejar de progresar concretamente, literalmente lo devoró en una semana, haciéndome entender mucho más de lo que podría haber entendido «limitándome» a jugarlo por mi cuenta. La verdadera fortaleza de producciones como Mario VS. Donkey Kong, es tanto su capacidad de adaptarse a jugadores de todas las edades, como la de contar con un imaginario que, gracias al excelente trabajo de Nintendo, sigue atrayendo a nuevos jugadores durante casi 40 años.
Por lo tanto… ¡No! Mario VS. Donkey Kong no es una simple dedicación a la nostalgia para complacernos a los «viejos», sino que es un producto con una evidente investigación detrás y diseñado de tal manera que sea capaz de hechizar incluso a los jugadores más jóvenes y, gracias al enorme calibre de sus personajes, llevarlos a acercarse a géneros diferentes y más reflexivos. menos guiado y, definitivamente, más estimulante… Y eso, señores, es un valor añadido increíble.
The Review
Mario VS. Donkey Kong
Mario VS. Donkey Kong es un excelente relanzamiento capaz de rejuvenecer adecuadamente una de las IP más particulares de la historia de Nintendo. El carácter portátil de la producción emerge con mucha fuerza desde los primeros momentos del juego, del mismo modo que, cuando te sientas frente a un monitor y comienzas a jugar, la experiencia pierde parte de su magia en virtud de una fuerte redundancia de las situaciones propuestas. Sin embargo, no cabe duda de que el excelente diseño de niveles del título original, combinado con las numerosas mejoras introducidas con esta nueva edición y el enorme calibre de sus protagonistas, lo convierten en un juego de puzles increíblemente fresco y divertido y, sobre todo, disfrutable por todo tipo de usuarios.